Fisiología de la audición: oído medio

¿Es el oído medio el primer filtro frecuencial? Descubrelo en el siguiente artículo.
¿Es el oído medio el primer filtro frecuencial? Descubrelo en el siguiente artículo.

El oído medio

En el oído medio, a través de la cadena de huesecillos compuesta por el martillo, yunque y estribo, se transmite la energía sonora que llega a la membrana timpánica, hasta el oído interno. El sistema timpánico de transmisión es eminentemente mecánico.

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El mango del martillo se encuentra firmemente unido a la membrana timpánica a nivel de uno de sus ejes radiales. El martillo se enlaza solidamente con el yunque por la articulación incudo-maleolar. El yunque, por su rama larga, se articula con la cabeza del estribo. El estribo tiene su platina inserta en la ventana oval, a la que se une mediante el ligamento anular de Rudinger.

 

Al vibrar la membrana timpánica traspasa su movimiento al martillo, el martillo al yunque y éste al estribo; el cual, a través de la ventana oval, transmite la vibración al oído interno.

 

El músculo del martillo es el que mantiene la membrana timpánica continuamente tersa, y junto con el músculo del estribo constituye un mecanismo de adaptación y defensa del oído interno, así como un selector frecuencial.

La membrana timpánica ante sonidos de diferentes tonos

Según demostró Békesy en 1965, la membrana timpánica no vibra de la misma manera ante sonidos de diferentes tonos.

Hasta los 2400 Hz el tímpano vibra como un cono rígido, rotando sobre un eje situado próximo al margen superior de la membrana. Por encima de este tono, el tímpano pierde rigidez y cuanta más alta sea la frecuencia, vibra menos superficie timpánica y sobre un eje cada vez más próximo al margen inferior.

Adaptando impedancias

La función clásica del oído medio es transmitir la vibración recogida en un medio aéreo (oído externo), a un medio líquido (oído interno) adaptando las impedancias entre ambos medios, paso necesario por la evolución del oído de cuando eramos seres acuáticos a cuando conquistamos el espacio terrestre.

La resistencia acústica intrínseca o impedancia que opone un medio viene dada por su densidad y por su elasticidad.

Un sonido al pasar de un medio aéreo a otro líquido, pierde gran cantidad de su intensidad debido a la reflexión de parte de su energía en la superficie limitante. La onda sonora no penetra, se refleja. 

Al pasar la energía sonora de un medio aéreo (oído medio) a uno líquido (oído interno) es necesario que existan sistemas de compensación de las diferentes impedancias. Hasta el momento actual se consideraba que esto ocurría por:

  • Diferencia de tamaño entre la membrana timpánica y la venta oval, esta última más pequña. La energía sonora que incide sobre la membrana timpánica resulta aproximadamente veinte veces más intensa que cuando llega al estribo, igualándose la menor impedancia del medio aéreo de la caja timpánica con la mayor del líquido del oído interno.
  • Comportamiento de palanca de primer grado de la cadena de huesecillos, eficaz sistema para adaptar impedancias. Aunque hoy sabemos que el sistema osicular vibra como un sólido rígido hasta altas intensidades, a partir de esas fuertes intensidades ya no permanece rígido, sino que existe movimiento entre los huesecillos. Esto nos hace pensar en otras funciones del oído medio además de las actualmente consideradas.
  • Ahora sabemos que los dos puntos anteriores están basados en suposiciones inexactas.

¿Qué papel tienen los músculos del oído medio?

La contracción de los músculos del oído medio, aumenta la impedancia de la cadena tímpano osicular, dificultando la capacidad de transmitir los sonidos. Esto puede interpretarse como un sistema de acomodación del sonido, o de protección del oído interno al restringir la movilidad de la cadena ante sonidos muy intensos.

La rigidez del sistema incrementa la impedancia de forma inversamente proporcional a la frecuencia, a menos frecuencia mayor impedancia y viceversa, por lo que los sonidos graves se transmite peor cuando hay rigidez que los agudos.

La contracción de los músculos del oído facilita el paso de sonidos agudos (frecuencias conversacionales), dificultando el paso del ruido (frecuencias graves). De este modo los músculos desempeñarían también un papel en la selección frecuencial, y por tanto este sistema neuromuscular podría también estar involucrado en la mejor comprensión del lenguaje hablado.

Equiparando presiones. La trompa de Eustaquio.

Para que el sistema timpano osicular vibre con libertad en al caja timpánica, las presiones de esta y del exterior han de ser similares, es decir, ha de haber equipresión a ambos lados del tímpano. Esta es la función de la trompa de Eustaquio.


La función equipresora en el oído medio también dependerá de:

  • La distensibilidad o complianza de la membrana timpánica, la cual, desplazándose medialmente hacia el promontorio o lateralmente hacia el CAE, compensa pequeños cambios de presión dentro de la caja timpánica.
  • El volumen endotimpánico, ya que al ser el intercambio de gases constante, la variación de presión parcialmente endotimpánica será menor cuanto mayor sea su volumen.
La trompa de Eustaquio y su función equiparadora de presiones.
La trompa de Eustaquio y su función equiparadora de presiones.

La transmisión del sonido por vía ósea

El sonido alcanza también el oído por medio del líquido cefaloraquídeo puesto en vibración al recibir, a través de los huesos del cráneo, la energía de una fuente sonora. 50 db es el umbral de audición para la vía ósea.

¿Sabes por qué escuchamos tan rara nuestra voz cuando la grabamos? 

La vía ósea participa cuando escuchamos nuestra propia voz haciendo vibrar las estructuras esqueléticas de ambos maxilares y la base del cráneo hasta llegar al oído interno. Cuando la escuchamos grabada nos llega por vía aérea, es por esto que la percibimos con otro timbre.



Otología LM Gil Carcedo

 

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