¿Qué es y a dónde nos lleva la pérdida de audición?

 

La pérdida auditiva es una afección frecuente, y a menudo infradiagnosticada y poco tratada en personas de 50 años en adelante. Se asocia a diversos riesgos para la salud, como demencia, depresión, enfermedades cardiovasculares y caídas. Si bien las causas y sus efectos posteriores están bien definidos, no se suele dar prioridad ni orientación con respecto a la identificación, y tratamiento de esta afección.

 

Los estudios epidemiológicos muestran un aumento de la pérdida de audición de alta frecuencia con el envejecimiento, que aumenta más rápidamente en los hombres que en las mujeres. Suele ser un proceso simétrico y gradual a diferencia de otras formas de pérdida auditiva de aparición repentina o rápidamente progresiva. 

A medida que avanza la pérdida auditiva, el reconocimiento del habla también se ve afectado, lo que genera dificultades en la comunicación (especialmente, en presencia de ruido de fondo).

 

La discriminación por la edad y el estigma negativo con respecto a la pérdida auditiva han dado como resultado la marginación de la audición como una prioridad sanitaria. La falta de conocimientos sobre los impactos negativos de la pérdida auditiva y las recomendaciones de detección precoz, diagnóstico y tratamiento auditivo entre el público en general, alimenta la infrautilización generalizada de la atención de la salud auditiva.

 

impacto de la pérdida auditiva en la comunicación, seguridad, funcionalidad, cognición y calidad de vida.

COMUNICACIÓN

 

La pérdida auditiva no tratada limita lo que puede oír y comprender. Esto puede afectar las relaciones con aquellos con los que compartimos hogar, en el trabajo, y en las clínicas y hospitales a aquellas personas que necesitan controles de salud más habituales.

 

Una audición corregida puede mejorar la comunicación con su familia, amigos, compañeros de trabajo y también con médicos y enfermeros.

 

Seguridad

 

La pérdida auditiva no tratada puede aumentar el riesgo de sufrir problemas de seguridad. La audición es esencial para la conciencia situacional. También puede afectar su capacidad para escuchar y comprender las advertencias y señales de seguridad. Por ejemplo la aproximación de un coche al cruzar la calle.

Los estudios demuestran que la pérdida de audición está relacionada con un aumento de las lesiones producidas en el trabajo.

 

Una audición mejorada aumenta la conciencia de su entorno y su capacidad para escuchar alertas y advertencias.

 

Salud y funcionalidad

 

La pérdida auditiva no tratada se asocia con problemas relacionados con el funcionamiento diario. Puede provocar problemas relacionados con el equilibrio, provocar caídas, está asociada a problemas cardiacos y en las articulaciones. También puede reducir la capacidad para realizar actividades diarias tanto en casa como en el trabajo.

 

Mejorar su audición puede ayudar y mejorar su funcionamiento diario.

 

Calidad de vida

 

La pérdida auditiva no tratada reduce significativamente la calidad de vida de las personas y sus familias. El esfuerzo auditivo y la fatiga, junto con niveles más bajos de actividades sociales, físicas y mentales, contribuyen a esta reducción. Los miembros de la familia también pueden experimentar una reducción de la calidad de vida debido a los problemas de comunicación con sus allegados.

 

El tratamiento de la pérdida auditiva y las estrategias positivas para afrontarla pueden reducir el riesgo de depresión y aislamiento social.

 

Cognición

 

Los estudios muestran un vínculo claro entre pérdida auditiva no tratada y deterioro cognitivo. Esto incluye la capacidad para pensar, aprender, recordar y resolver problemas. La pérdida de audición puede afectar la pérdida de memoria o la pérdida de pensamientos.

 

Los estudios demuestran que el uso de audífonos correctamente ajustados puede reducir el deterioro cognitivo. También puede reducir el riesgo de desarrollar demencia.