Carta de un hipoacúsico: Querida familia, necesito vuestra ayuda...

Carta de un hipoacúsico: Querida familia, necesito vuestra ayuda...
Carta de un hipoacúsico: Querida familia, necesito vuestra ayuda...

 

 

Querida familia,

 

Todos los años, antes de Navidad, os doy la misma charla.

 

Me refiero a la animada charla en la que os insto a que colaboréis y pongáis un poco de 'intención' en vuestra forma de hablar conmigo para que pueda seguir las conversaciones.

 

Todos los años os explico cómo las personas con pérdida auditiva y vosotros, nuestras familias, podemos mejorar la comunicación durante las cenas familiares, conciertos, festivales escolares y fiestas de todo tipo.

 

 

Y cada año, aún me encuentro marginado en las conversaciones, luchando para poder enterarme...

"¿Qué dijo el tío Benito?"

"¿De qué estamos hablando ahora?"

"¿Quien murió? Oh, ¿nadie? Dios, eso está bien".

"¿Qué acaba de decir el abuelo?"

 

El resto del año, ¡sois geniales!. Me refiero a que sois buenos comunicadores, pero las buenas intenciones: hablar mejor, articular claramente, hablar de frente con vuestros rostros bien iluminados, evitar el ruido de fondo, e incluso hablar de uno en uno, a menudo se pasan por alto dejándoos llevar por la emoción del momento. Incluso un año sugerí llevar una sierra para cambiar la mesa rectangular por una circular y poder ayudarme con la lectura labial. La idea se consideró demasiado drástica, por lo que aún continuamos con la misma inmensa mesa donde no puedo escuchar, y mucho menos ver, a quien está situado a mi mismo lado.

 

Entonces, este año pensé que todos, pero principalmente yo, podríamos intentar algo diferente.

 

Si tengo problemas para seguir la conversación durante la cena, solamente intentaré hablar con quien esté sentado a mi lado, o en frente.

Si tengo algo importante que decir, me levantaré y llamaré la atención levantando la mano. Entonces seré el 'dueño' de la mesa hasta que me siente.

Si el ruido de la habitación hace que mis audífonos zumben y activen mi tinnitus e hiperacusia a toda marcha, llenando mi cabeza de un sonido insoportable, os invitaré a a salir conmigo a caminar, o mirar las estrellas. O iré yo por mi cuenta.

Si no podemos sentarnos juntos en la iglesia o en el concierto de Año Nuevo, me situaré yo solo donde pueda escuchar y ver mejor. Al finalizar, podremos hablar sobre lo hermosa que ha sido la música y cuán adorables se veían los niños mientras cantaban.

Si nadie es capaz de activar los subtítulos en el televisor antiguo del abuelo, conectaré mi accesorio para la televisión. Seguro que disfrutaré de la película más que el resto de vosotros, porque no sufriré tanto del ruido de fondo.

 

Y tal vez este año, además de todo lo que he sugerido.... tal vez obtenga lo que necesito. Y cambiáis la forma en que os comunicáis conmigo, sólo un poco, lo suficiente para incluirme en lugar de excluirme .

 

¡Sería un gran regalo!

 

Pero incluso sin todo lo anterior, a pesar del ruido y la frustración, aún así voy a disfrutar de la Navidad.

 

¡Porque me encanta!... casi tanto como os amo, familia.

 

Todo mi amor,

 

Yo

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