Pérdida de audición de bajas frecuencias o pendiente inversa

Pérdida de audición de bajas frecuencias o pendiente inversa.
Pérdida de audición de bajas frecuencias o pendiente inversa.

¿Qué es una pérdida auditiva de pendiente inversa (o baja frecuencia)?

 

Las pérdidas auditivas algunas veces las clasificamos según la  forma  que tiene el audiograma. Suelen tener nombres extraños, como 'slope' o pistas de esquí, de dientes de sierra, plana, de meseta, en forma de U y de pendiente invertida (o curva invertida). 

 

 

 

 

 

El tipo más común de pérdida auditiva es la de la pista de esquí, donde la línea en el audiograma se inclina  hacia la derecha que corresponde a la pérdida auditiva de altas frecuencias o presbiacusia.

 

 

Por el contrario, una pérdida de pendiente inversa (como su nombre lo indica) hace lo contrario y se inclina hacia arriba y a la derecha. La pérdida en estos casos afecta a las frecuencias bajas.

 

 

 

Como resultado, este tipo de pérdida auditiva se denomina también pérdida de pendiente ascendente, pérdida creciente o incluso pérdida de audición de baja frecuencia. El nombre más común es el de pérdida auditiva de pendiente inversa (o curva inversa) .

 

No todas las pérdidas de pendiente inversa son iguales, nada mas lejos de la realidad. Hay una enorme diferencia de audición entre una pérdida auditiva leve de pendiente inversa con pendiente suave, y una pérdida severa o profunda de pendiente inversa con pendiente pronunciada.

 

Para entenderlo mejor, podemos agrupar las pérdidas auditivas de pendiente inversa básicamente en tres clases.

 

Pérdida auditiva leve de pendiente inversa

 

Quizás la forma más común de esta pérdida relativamente rara es una línea ligeramente inclinada hacia arriba en las frecuencias audiométricas estándar, entre 250 y 8,000 Hz.

 

En esta tipo, la frecuencia peor generalmente se encuentra entre leve y moderada (de 25 dB a 70 dB aproximadamente).

 

 

 

Pérdida auditiva severa de pendiente inversa

 

Menos común aún es la formada por una línea con bastante pendiente hacia arriba en las frecuencias audiométricas estándar.

 

En este tipo, hay una pérdida auditiva de moderada a severa (65 dB a 90 dB aprox) a en las frecuencias por debajo de 1,000 Hz, pero al mismo tiempo, la audición se vuelve virtualmente normal en algún lugar en el rango de 2,000 a 6,000 Hz .

 

 

Pérdida auditiva de pendiente inversa extrema

 

La forma más rara de pérdida de pendiente inversa describe una curva muy empinada con pendiente ascendente que va desde 70 a 110 dB en las frecuencias bajas hasta una increíble audición "canina" en las frecuencias muy altas (aquellas frecuencias superiores a 8,000 Hz). 

 

Oír a -30 dB significa que se puede escuchar sonidos tan débiles que ni las personas con audición normal (perfecta) pueden escucharlos.

 


 

 

 

Imagina a una persona con una pérdida auditiva tan severa que no puede oír los truenos que retumban en el cielo, pero al mismo tiempo tiene una audición tan aguda que puede escuchar caer un alfiler; o imagina a una persona que no puede oírte hablar a solo dos pasos de distancia, pero que claramente escucha un susurro desde el otro lado de la habitación; o imagina a una persona que no puede escuchar el motor de un automóvil a su lado, pero puede escuchar una hoja seca deslizándose a pocos metros de distancia.

 

"Imposible, una persona nunca podría tener una audición tan buena y tan mala al mismo tiempo!"

 

¡Sorpresa! Es posible.

 

Bienvenido al extraño mundo de las personas con pérdidas auditivas en pendiente inversa extrema.

 

 

Características acústicas de la pérdida auditiva de pendiente inversa

 

Las pérdidas auditivas de pendiente inversa dan lugar a varios niveles de audición muy peculiar o "extraña". Esto es causado por dos factores principales:

  1. El primer factor es la cantidad (grado) de pérdida auditiva que tenemos en las frecuencias bajas. Esto indica qué sonidos no escucharemos. Por ejemplo, si tenemos pérdidas auditivas graves o peores de baja frecuencia, no escucharemos sonidos fuertes como truenos, motores de automóviles y camiones en marcha, ventiladores, y los sonidos del habla que le dan la mayor parte de su volumen y plenitud, como son la vocales.
  2. El segundo factor es la diferencia en el volumen (medido en decibelios) entre el sonido más suave de baja frecuencia y el sonido más suave de alta frecuencia que podemos escuchar. Cuanto mayor es este rango, más peculiares se vuelven estas pérdidas auditivas.

 

En los ejemplos anteriores, las pérdidas auditivas leves solo oscilan 30 dB entre sus peores y mejores frecuencias. En este punto, la pérdida auditiva no es tan extraña, pero las personas con estas pérdidas comienzan a presentar algunas de las características de las personas con pérdidas más severas en pendiente inversa.

 

En las severas, el rango aumenta dramáticamente en algún lugar entre 60 y quizás 90 dB, y con este rango aumentado, hay un marcado aumento en el grado de "rareza" de la pérdida auditiva. 

 

En el caso extremo con su increíble rango de más de 100 dB entre el sonido de baja frecuencia más débil y el sonido de alta frecuencia más débil que se pueden percibir, la audición es verdaderamente "extraña".

 

Si una persona tiene una pérdida de pendiente inversa severa o extrema, es imperativo que la audición se mida en la frecuencia 16.000 Hz, y al sonido más suave que puedan escuchar, para diagnosticar adecuadamente su pérdida de pendiente inversa.

 

 

Las pérdidas auditivas de pendiente inversa extrema son poco comunes

 

Las pérdidas auditivas de pendiente inversa no son muy comunes, y la mayoría de ellas  suelen ser de la forma más leve.

 

 

 

 

Neil Bauman, Ph.D.

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